Sheinbaum sí continuará las líneas marcadas por su padre político, porque está de acuerdo con ellas, pero al mismo tiempo añadirá un segundo piso a su proyecto.
Sheinbaum sorprenderá a más de uno, pero también tomará tiempo verla plenamente en acción. No es fácil sustituir un liderazgo carismático y tan popular como el de López Obrador sin romper con él.